Inspírate en los hábitos más eficaces de los chefs de éxito
Se dice que para ser el mejor hay que aprender de los mejores, y nada como fijarte en los hábitos más eficaces de los chefs de éxito con el objetivo de emular su buen trabajo.
¿A qué nos referimos con “hábitos eficaces”? Aquellas actitudes o atributos que deben trabajarse y con las que se consiguen resultados. Por ejemplo, la planificación, el esfuerzo o la formación continua. Pequeños detalles que hacen de los genios culinarios, unos profesionales eficientes, y que les han permitido a lo largo de la historia sobresalir incluso a tempranas edades.
Así, la mayoría de cocineros extraordinarios son disciplinados, trabajadores y grandes organizadores, como veremos cuando repasemos los hábitos más eficaces de los chefs.
¿Qué encontrarás en este artículo?
- 1 Ejemplos reales para inspirarse
- 2 Los 7 hábitos más eficaces de los chefs
- 2.1 1: La planificación es esencial para el éxito
- 2.2 2: Conviértete en el dueño de tu horario y tu tiempo
- 2.3 3: Determina qué es lo más importante y céntrate en la tarea que tienes entre manos
- 2.4 4: La organización es la clave para mantener el éxito
- 2.5 5: Los innovadores nunca dejan de aprender
- 2.6 6: El esmero da sus frutos
- 2.7 7: Mantén la sencillez y deja que los sabores hablen por sí solos
Ejemplos reales para inspirarse
Seguramente has pensado alguna vez que te gustaría ser como tal o cual chef de renombre al que admiras. Quizá no sepas que llegar hasta su posición ha requerido de mucho esfuerzo y sacrificio
Joël Robuchon, el chef con más estrellas
A menudo oímos hablar de historias como la del mundialmente conocido chef Joël Robuchon, que consiguió un trabajo como aprendiz de cocinero a los 15 años y más tarde asumió el puesto de jefe de cocina en el restaurante Harmony-Lafayette de París al cumplir los 28. Un año después, consiguió su primera estrella Michelin y llegó a ser el chef con más estrellas, con un total de 32.
Alain Ducasse, primer tres estrellas de un hotel
El chef monegasco Alain Ducasse comenzó a trabajar a los 16 años. A los 25 se hizo cargo de La Terrasse, con el que dos años después conseguiría dos estrellas Michelin. Su gran hito vendría al ponerse al frente de Le Louis XV, en el Hotel de París de Montecarlo, primer restaurante de un hotel que obtuvo las preciadas tres estrellas. En 1998 ya tenía 6 estrellas, con 32 años, y era solo el inicio de una carrera que le ha llevado a abrir más de 20 establecimientos por Europa, América, Asia y África.
Jordi Cruz, el español más joven en recibir una estrella Michelin
Si miramos un poco más cerca, tenemos otros ejemplos inspiradores, como el de Jordi Cruz. El chef catalán fue el español más joven en recibir una estrella Michelin, con tan solo 26 años (el segundo más joven del mundo). Desde los 14 ya trabajaba en cocinas profesionales. Y actualmente, es uno de los españoles con más estrellas en su haber (repartidas entre sus diferentes establecimientos: ABaC, Angle y Atempo),
Martín Berasategi, garrote y trabajo
O el gran Martín “garrote” Berasategui que de sus 15 restaurantes, la mitad tienen al menos una estrella Michelin. Él también comenzó a trabajar de bien jovencito, en su caso con 13, pero en el restaurante familiar. A los 21 ya era el responsable del mismo y cinco años después ganaría la primera estrella.
Parece que hay patrones que se repiten.
¿Qué hace falta para ser un genio culinario como ellos y tantos otros? El difunto chef Robuchon dijo en una entrevista que se necesita una cantidad increíble de trabajo duro. Esa fue su filosofía, y cuando decidió ser chef se esforzó al máximo por ser siempre el mejor. Y no cabe duda de que logró sus objetivos.
Está claro que los grandes nombres de la cocina tienen mucha determinación, seguridad en sus habilidades y horas de trabajo a las espaldas como vocación desde bien pequeños. Pero para conseguir todos sus éxitos, muchos comparten unos hábitos fundamentales que les han permitido llegar a lo más alto.
Y si tiramos de épica, la historia del cine está llena de películas de cocina de lo más inspiradoras en las que partiendo de nada, chefs con mucha ilusión consiguen sus sueños.
Los 7 hábitos más eficaces de los chefs
Si buscas inspiración para seguir desarrollando el potencial de tu restaurante, quizá puedas aprender algo de los siete hábitos más eficaces de los top chefs mundiales.
Los mejores chefs dicen que estos siete hábitos han sido esenciales para sus carreras. Toma nota para mejorar en tu día a día:
1: La planificación es esencial para el éxito
Los grandes chefs son conocidos por ser grandes planificadores. Piensan con antelación y planifican todo lo que van a hacer, desde las recetas hasta la responsabilidad financiera del negocio. Estas son habilidades esenciales en la cocina y la gestión, ya que una mala planificación puede provocar un desastre.
Los mejores chefs saben exactamente cuáles y cuántos ingredientes necesitan, dónde se encuentran todos los utensilios, cómo van a marcar el ritmo en un momento de crisis y qué pueden hacer para que el día sea lo más eficiente posible.
“Planificar es traer el futuro al presente para que puedas hacer algo al respecto ahora”
Alan Lakein. (Lakein, A. (2001). Cómo tomar el control de tu tiempo y de tu vida, VS Ediciones).
2: Conviértete en el dueño de tu horario y tu tiempo
Cuando se cocina, el tiempo lo es todo.
La comida que se pide debe programarse y prepararse en minutos. La gestión del tiempo es crucial, y esto significa prestar realmente atención a cómo se utilizan los minutos y segundos después de recibir un pedido.
El hábito número 1 entra en juego: con una planificación adecuada puedes tener una cocina muy eficaz, reduciendo el estrés de todo el equipo y manteniendo a los comensales llenos y satisfechos.
3: Determina qué es lo más importante y céntrate en la tarea que tienes entre manos
Priorizar, priorizar, priorizar.
Saber distinguir qué atender en cada momento y escalonar las tareas para sacarlas todas adelante de la forma más eficiente es fundamental para brillar en la cocina. También es importante acabar cada tarea antes de pasar a la siguiente, de lo contrario, llega un momento en el que todo está a medias y es muy difícil retomar el rumbo.
Cuando tu cocina está llena de fuego, cuchillos y personas, no te puedes permitir ningún descuido. Incluso una rápida distracción puede hacer que se arruine la comida, o algo peor.
Un buen chef presta atención a la tarea que tiene entre manos y se centra en lo que es importante en ese momento. Esta habilidad requiere de una buena dosis de disciplina, pero es esencial para dirigir una cocina con éxito.
4: La organización es la clave para mantener el éxito
Estar al tanto de las cosas es crucial si quieres conseguir grandes hitos en la cocina. Los mejores chefs saben exactamente cuántos minutos se tarda en preparar cada plato del menú, cómo dirigir a los camareros dentro y fuera de la cocina, y dónde se encuentra cada utensilio e ingrediente.
Esa “magia” de “qué bien funciona todo, va solo”, no podría estar más lejos de ser una fantasía. Detrás, hay un chef que tiene muy claras las cosas y un equipo que respalda sus decisiones.
Esto es extensible a todas las áreas del negocio. Si tienes servicio de delivery no solo se debe mantener la calidad que presentas en local, sino elegir los envases para llevar más adecuados para el tipo de cocina que sirves.
5: Los innovadores nunca dejan de aprender
¿Cómo lo hacen algunos chefs para adelantarse a los acontecimientos y saber qué alimentos serán populares cada temporada antes de que esa tendencia haya iniciado?
¿Cómo lo hacen para crear platos innovadores y vanguardistas totalmente originales?
Muy sencillo: nunca dejan de aprender, siempre están experimentando y aprendiendo. Y sí, son creadores de tendencia. Podríamos decir, que es precisamente esto lo que los convierte en vanguardistas.
Los grandes chefs se mantienen al día de las tendencias culinarias y alimentarias. Estudian los métodos de cocina y las propuestas de otras culturas y con todo el conocimiento que van adquiriendo se dedican a experimentar con nuevos ingredientes y técnicas para sorprender a sus comensales. Es decir, no paran de añadir a su repertorio nuevas habilidades y recetas. Y de mejorar las anteriores, por muy consolidadas que parezcan.
Para dar con nuevas combinaciones de sabores es fundamental viajar, leer y experimentar cosas nuevas constantemente para así seguir enriqueciendo su paladar y su cultura gastronómica. Estos conocimientos pueden ser el trampolín a inventar nuevas técnicas, fusionar diferentes cocinas étnicas o introducir novedosos ingredientes.
Vamos, que si quieres seguir sus pasos, la curiosidad es algo que no te debe faltar.
6: El esmero da sus frutos
El trabajo duro se ve recompensado. Es por ello, que ningún detalle debe quedar a la improvisación.
Desde la calidad de los alimentos que llegan con cada pedido hasta la seguridad personal y alimentaria o las normas de emplatado… todo debe quedar sujeto a una exhaustiva supervisión para conseguir la excelencia.
No vale con establecer unos métodos o protocolos, hay que asegurarse de que se siguen. Tampoco se trata de no confiar en el equipo que te rodea, sino de examinar todo lo que sucede en la cocina y todo lo que sale de ella.
7: Mantén la sencillez y deja que los sabores hablen por sí solos
Los grandes chefs pasan horas pensando y experimentando con sus platos para refinar los sabores y llegar a esa perfección que buscan en cada idea. Algo en lo que coinciden muchos de ellos es que es importante que en las recetas brille la materia prima, que no esté camuflada. De ahí que los conceptos que parecen más sencillos, sean los más cautivadores. Pero ojo, solo parecen sencillos.
Detrás hay muchas horas de pruebas, cocinados, mezclas… hasta dar con la combinación exacta de ingredientes y el punto de cocción. ¡Y con el emplatado! Y es que, este no solo cumple una función estética, en muchas ocasiones, es lo que armoniza y da lógica al conjunto presentado en el plato.
Esto puede poner un tope importante en el número de platos que se presentan. Muchas veces lleva a ofrecer solo menús fijos en los que se destacan las recetas estrella del local.
Ya lo dice el refrán, “calidad sobre cantidad”, que traducido al argot gastronómico vendría a ser que es mejor ofrecer una comida de primera, que una carta enorme llena de platos mediocres. O podemos tirar de este dicho culinario: “una buena sardina es mejor que una mala langosta”, que deja claro que la ostentación vacía carece de sentido.
Los cierto es que estos siete hábitos bien se podrían extrapolar a prácticamente cualquier profesión e incluso a cualquier aspecto de la vida. Los hábitos más eficaces de los chefs de éxito pueden enseñarte a ser más organizado y tener más disciplina en todo lo que haces. Solo así triunfarás como ellos y tu restaurante podrá llegar a lo más alto. Quizá a esa estrella Michelin que tanto anhelas.
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